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Samuel García, ¿el nuevo discípulo de Klaus Schwab?2 min read

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El gobernador parece tener un nuevo ídolo: el economista más corrupto, Klaus Schwab.


A la mayoría de los neoleoneses no les sonará el nombre de Klaus Schwab, pero el gobernador de Nuevo León, Samuel García, lo conoce muy bien, pues el mandatario presumió en sus redes una foto con él durante su visita al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, la semana pasada. Klaus Martin Schwab es un economista alemán famoso por fundar el Foro Económico Mundial en 1971 y por ser fuertemente criticado por sus ideas sobre cómo debería ser el mundo del futuro.

Todos seremos vigilados
En su libro “Covid-19: El gran reinicio”, Schwab aprovecha la pandemia del 2020 para explicar sus soluciones para el caos que es el mundo moderno. Primera solución: más vigilancia. Para él, el mundo de hoy está tan interconectado que lo que pasa en un rincón del mundo también nos afecta, y su solución es la vigilancia masiva de nuestros datos, nuestra información privada e incluso nuestra información biológica. Y nuestro derecho a la privacidad pues, eso no le interesa.

Más gobierno y más impuestos
No sé si Schwab conozca los problemas de los neoleoneses, pero en su libro expone que problemas tan comunes —y que él nunca ha vivido al ser parte de la élite mundial—, como la falta de trabajo o el acceso a servicios de salud son “fácilmente resueltos” al engrandecer el aparato de gobierno. Más burócratas y, claro, más impuestos. ¿Para qué? ¿Para que los gobernantes puedan irse al extranjero en jet privado a pasearse con el dinero del erario?

Nos dirán qué tener, qué comprar y qué vender
Para Schwab la crisis del medioambiente se soluciona con más control. Propone que sea el gobierno quien dicte qué pueden comprar y tener los ciudadanos, además de restricciones cada vez más estrechas para los comerciantes, todo claro, “por el bien común”. ¿En serio Samuel García se cree estos disparates? En el Foro de Davos tanto Schwab como García se pasaron una semana platicando, tomando el café, los cínicos, entre las hermosas montañas suecas, discutiendo según ellos sobre las dificultades de la clase trabajadora… la congruencia es mínima. ¿A eso aspira García?, ¿a creerle sus tonterías alejadas del mundo real? Mejor que se baje del avión y aterrice sus ideas, que ponga ya pies en la tierra.

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